24 de diciembre de 2017

La nochebuena más sangrienta: Lutxana, 1836

Como han escrito en diversas crónicas, la nochebuena más sangrienta de la Historia de España tuvo lugar en Erandio, en 1836. Contextualizada en lo que se ha denominado por la historiografía tradicional la Primera Guerra Carlista, la Batalla de Lutxana fue el logro de romper el sitio de Bilbao, en la que los liberales entrarían en la capital de la provincia, cercada durante varias semanas por las tropas carlistas.

Mapa aproximado de los sucesos relacionados con la liberación de Bilbao (Fuente: Deia)

Los primeros intentos fallidos ya habían tenido lugar en noviembre. En este sentido, el 27 de noviembre las tropas del liberal Espartero intentaban sin éxito, tras pasar el río Galindo, pasar el puente de Castrejana, en donde recibirían una derrota que les hizo retirarse a Portugalete, el único punto liberal para aquel entonces. El segundo intento sería intentar un ataque por la márgen derecha de la ría. Así, tras cruzar desde Portugalete a Las Arenas y dividirse en tres columnas, que marcharon paralelamente a la ría hasta ocupar posiciones estratégicas en los barrios de Arriaga, La Campa y Asúa, con el fin de cruzar el río, tendrán que replegarse ante la defensa y el acorralamiento que desempeñen los carlistas. La huida, plagada de bombas y ataques carlistas, de los liberales se producirá por el monte Axpuru, y se verán atrapados por la destrucción, debido al temporal, del puente en la zona de Axpe. Finalmente conseguirán evacuar el día 7 de diciembre con numerosas bajas. Días después se produciría otro intento frustrado por parte de los liberales en Buceña, lo cual hará mella en buena parte de tropa y oficiales en Portugalete, que verán como la liberación de Bilbao se estaba convirtiendo en un objetivo imposible.

Después de una proclama del general liberal Espartero hacia su tropa, el día 16, con el fin de levantar el ánimo, llegarán nuevos refuerzos que consistirán en ropa, zapatos, armamento, así como la presencia inglesa en forma de buque militar fuertemente artillado. Desde el día 22 comenzará la acción, las tropas liberales cruzan el río Galindo, posicionándose en frente de Lutxana, a la vez que ocupaban la zona de Altzaga, altos de Axpuru, Ondiz, Arriaga e incluso llegarán a La Campa. Para entonces Espartero, enfermo, dejará que el general Oráa elabore los planes del asalto y dirija la acción, mientras Espartero se quedaría recibiendo información y dando las órdenes que estimara oportuno.

Las tropas carlistas serán golpeadas por intensos ataques y bombardeos en la zona de Lutxana, donde estaba la Casa de la Pólvora, un antiguo almacén militar, reconvertido en fortín, así como la posición artillada del Monte Cabras, y el fuego de cobertura que caía desde el fuerte San Pablo y del fuerte Banderas. Aun así, los carlistas no tenían bien defendida esta vez la zona, incluso buena parte de la tropa estaban acantonada o con sus familiares de la zona ante la fecha navideña.
Si hasta entonces la situación para los carlistas había sido favorable, en cuanto a la detención de los liberales hacia su paso hacia Bilbao, será el 24 de diciembre cuando se produzca el punto de inflexión. Concrétamente sobre las 4 de la tarde, cuando el temporal de días pasados acrecie y la nieve y el granizo haga que la visibilidad disminuya, se va a producir un momento de inflexión. Ocho compañías de soldados liberales son transportados desde la margen izquierda en lanchas. Las balsas inglesas aportarán materiales para la reconstrucción del puente y favorecer el paso a las tropas por el puente de Lutxana. El rápido movimieto liberal hace que los carlistas se replieguen monte arriba, mientras los isabelinos empiezan a ocupar posiciones en Lutxana e incluso, en menos de dos horas, llegan al Monte Cabras. La lucha en muchos casos empieza a ser cuerpo a cuerpo, con bayonetas. 

Grabado aparecida en "Galería Militar Contemporánea", en 1846, que hace referencia a la batalla de Lutxana

Los carlistas reaccionan, aunque ya empieza a ser tarde para ellos. En este sentido bajarán refuerzos desde el Monte San Pablo y Banderas, soldados castellanos carlistas del resto de España que estaban al mando del general Gómez muchos de ellos extenuados, pues hacía poco tiempo que acaban de llegar, así como siete batallones, muchos de ellos incompletos. Aun así, los carlistas lograrán detener el avance durante horas, que harán que los isabelinos empiecen a estar en una situación crítica. Es entonces cuando el general Oráa informe de la situación a Espartero.

Espartero sobrepuesto a su enfermedad decide acudir con un batallón a primera línea de batalla, y será cuando vuelvan los liberales, ya cansados ante el enconamiento de la batalla, a atacar de nuevo, si bien el éxito no va a darse en un primer momento. La situación para las tropas isabelinas estaba muy comprometida, rodeados por montes llenos de soldados carlistas y con dos ríos a retaguardia, que hacían que su posición fuera muy arriesgada. Cayendo la noche Espartero empieza a pensar que la batalla se va a perder cuando surge un toque de suerte. En el relevo de tropas, Oráa ordenará tocar al corneta para detener el avance, y en un error éste toca indicando lo contrario. En consecuencia se producirá un ataque repentino, autómata que pondrá a los liberales a atacar de nuevo. Dicen las crónicas de la época que el general Oráa estuvo a punto de matar a cuchillo al corneta, si bien Espartero, al ver la reacción de la tropa, le cogerá del brazo a su lugarteniente permitiéndo que continuara la acción.

Los carlistas, cansados, con falta de munición y de tropas, empiezan a retirarse, entrando las tropas de Espartero a la mañana siguiente en un Bilbao, que desde entonces tendrá el título de "muy noble y leal".

Ruinas del fuerte carlista en el Monte San Pablo (Fuente: historiasdeerandio.blogspot.com)

En cuanto a las cifras, los liberales en la Batalla de Lutxana contaron con más de 27.000 hombres y los carlistas con unos 17.000. Respecto a las bajas, los liberales, sin contar con las tropas de Bilbao, sufrieron la pérdida de más de 3.700 soldados, mientras que las los carlistas superaron las 2.300.

Sin duda alguna, la Batalla de Lutxana es el hecho histórico más trascendente que ha tenido lugar en nuestro pueblo, Erandio.


Bibliografía:
GONZÁLEZ MORENO, JORGE: "Las Guerras Carlistas en Erandio", Ediciones Ende, Sevilla, 2016