9 de abril de 2015

Los asesinatos de Josu Murueta y Antón Fernández

(Foto: hiruka.eus)
En el contexto de las protestas contra la contaminación atmosférica que estaba pareciendo Erandio a finales de los 60, tal vez sea la que tuvo lugar los días 29 y 30 de octubre de 1969, la más recordada, puesto que supuso varios heridos y dos muertos. 

De la importancia de la contaminación atmosférica da una idea el hecho de que días antes de dichas manifestaciones, uno de los guardias municipales que solía vigilar las transmisiones de humo ante las continuas protestas, tuvo que ser retirado, después de haber sido asistido por los facultativos por sufrir alguna afección respiratoria. 
El mismo día 29 una gran masa de aires industriales comenzaba a invadir Erandio, haciendo irrespirable el propio aire, y creando una densa niebla. 
Ante tal situación, alrededor de las nueve y media de la tarde se congregaban en la plaza del Marqués de Estella, alrededor de un centenar de manifestantes para protestar, y poco después se dirigirían a la carretera que pasa por la ría donde se empezó a cortar el tráfico por medio de barricadas, hasta que la policía armada empezó a cargar contra los manifestantes, que ya sumaban más de 400, momento en el que se dirigieron a las vías del tren, que por entonces pasaban por el medio de la calle Objeta, cortando las vías y tendiéndose algunos de ellos sobre las mismas. El tren que pasaba con dirección a Algorta fue detenido y apedreado, la tensión entre los manifestantes y las fuerzas del orden fue en aumento. Antes las cargas policiales que se estaban sucediendo, algunos manifestantes empezaron a tirar piedras contra estas, extendiéndose los enfrentamientos por todo el barrio de Altzaga, así como por el monte de Las Tres Cruces, donde subió también Policía Armada.
Esa misma tarde la policía usó varias veces balas de fuego, alcanzando a Antón Fernández, que estaba asomado en la ventana, así como a Delpino Valverde. Ambos serían trasladados al Hospital Civil. La tensión se fue apaciguando a media noche, cuando poco a poco se fueron disolviendo los manifestantes.

Al la mañana siguiente la situación se agravó. Ya desde las primeras horas de la mañana los trabajadores de las empresas Astilleros Ruiz de Velasco,  Astilleros Celaya, Conemesa, Cándido Echeandía, Somme, Franco-Española y Elima, habían abandonado el trabajo para dirigirse al centro del pueblo como protesta por los incidentes que habían tenido lugar el día anterior, reuniéndose en la plaza Marques de Estella, donde ya estaban esperando la policía armada para disolverlos, más de 3.000 personas. 
Por otra parte, numerosas madres del pueblo fueron a recoger a sus niños, ante lo que se avecinaba, para evitar males mayores. 
Una vez concentrados y disueltos, muchos trabajadores, así como vecinos, empezaran a cortar las vías como lo hicieron el día anterior, ante las cargas de la policía, que serán respondidas a pedradas por parte del pueblo. La tensión y los enfrentamientos, así como las persecuciones y correrías, se extenderán por todo el pueblo. La policía, como había hecho el día anterior, usará fuego real, que se cobrará el segundo asesinato, el de Jesús María Murueta Moratilla, que fallecerá, horas después, a causa de un disparo en el abdomen.
Con la llegada de la tarde las protestas se irán apaciguando. A esas horas más de 1.200 trabajadores de la Sociedad Española de Construcción Naval hacían un paro en solidaridad con los vecinos de Erandio. Por otra parte, desde el ayuntamiento de Bilbao la alcaldesa Pilar Careaga visitaba a los heridos al hospital civil, el concejal de distrito de Erandio expresaba su intención de dimitir y desde el Gobierno Civil se sancionaba con 25.000 pesetas a Indumetal y Remetal, por ser causantes de los malos humos.

Al día siguiente, 31 de octubre, se volverán a producir paros en las empresas como muestra de solidaridad con el asesinato de José Murueta y los sucesos de los días anteriores, aunque ya no habrá concentraciones, ni protestas. De este modo, en la Naval de Sestao más 800 trabajadores pararán por la mañana, 300 lo harán en Ruiz de Velasco, 200 en la Down Uquinesa, 250 en Eguren, y 300 en la Marítima de Axpe.
Al mediodía seguirían actos de solidaridad, habiendo una manifestación de más de 800 personas en Sestao. Por otra parte numerosos alumnos de la universidad de Deusto corearon gritos y protestas de índole antifranquista por los pasillos.
A todas estas muestras de solidaridad se sumaron, entrada la tarde, 600 trabajadores de Cenemesa y 140 de la Backock Wilcox.
Esa misma tarde se celebraba pleno en el Ayuntamiento de Bilbao, en el que la alcaldesa lamentaba los hechos ocurridos y daba cuenta de ciertas medidas que se habían llevado a cabo para la solución, diciendo que se habían instalado controles y se habían llevado diversos estudios. Como consecuencia de estos últimos, entre otras cuestiones, se señalaba a las empresas Remetal e Indumetal como causantes de los gases tóxicos que habían invadido Erandio. También se señaló ese día, que se iban a colocar nuevos filtros e instalaciones de seguridad que facilitaran el correcto funcionamiento de las empresas.
Semanas después, el 12 de noviembre, moría, en el Hospital Civil del Generalísimo, Antón Fernández. Ese mismo día cerraban en Erandio, bares, comercios, colegios y establecimientos bancarios, como señal de solidaridad.

8 de abril de 2015

Las manifestaciones de 1969 contra la contaminación

(Facebok: Memorias de Astrabudua - Erandio)
Ya desde principios de los sesenta, en Erandio, había ua gran contaminación atmosférica. Muchas personas estaban sufriendo enfermedades de garganta y del pulmón. Hubo muchas manifestaciones y protestas, pero tal vez fue durante este año, 1969, cuando las protestas se van a ir recrudeciendo, teniendo como episodio más sangriento la protesta del 29 de octubre de ese año, en la que fallecerá José Murueta y días más tarde Antón Fernández. De las muchas huelgas, manifestaciones y protestas que hubo este año he destacado las que, tal vez, fueron más destacadas en aquel año.

 El 3 de septiembre de 1969, después de que una densa nube de humo a modo de densa niebla y con fuerte olor invadiera Astrabudua y Erandio, más de 1.000 personas se concentraron pacíficamente, otra vez, en la actual plaza del ayuntamiento, entonces Plaza Marques de Estella, protestando por la situación que se estaba viviendo. Muchos de los manifestantes se concentraron posteriormente en la carretera de la ría, cortando el tráfico, hasta que la guardia civil les disuadió. Otros se quedaron en la Plaza Marques de Estella, coreando gritos para que desaparecieran los gases. Aquel día salió el teniente alcalde, que por entonces era Jose María Dermit Saralegui, prometiendo soluciones y diciendo que se había comunicado con el Gobernador Civil, para que aclarase responsabilidades con las empresas que pudieran haber vertido los gases. Las protestas duraron hasta la noche en la plaza del Ayuntamiento, donde las fuerzas del orden vigilaban por si se producían altercados.

Al mes siguiente, concretamente el 6 de octubre, se produjo una nueva manifestación de los vecinos sobre las diez de la noche. Como solía ser habitual, más de 2.000 vecinos se manifestaron, a grito de “gases no”, y cortaron la carretera que va de Bilbao a Getxo, bordeando la ribera del río Nervión, mediante dos barricadas hechas con troncos, bidones y otros utensilios. Ese día hubo cuatro heridos, y es que un coche arremetió contra los vecinos.


La Guardia Civil se personó para disolver la manifestación, junto a ellos se personaron 50 guardias de la Policía Armada. Se intentó disolver la manifestación, levantando las barricadas para que los vehículos pudieran pasar, pero los vecinos se sentaron en la carretera varias veces para interrumpir el paso de los vehículos. La situación por momentos se estaba poniendo cada vez más intensa, teniendo que acudir el teniente alcalde, Dermit, a las once y veinticinco de la noche al lugar de la manifestación diciendo que las autoridades iban a poner fin a las manifestaciones y que se estaba hablando con las empresas para llegar a una solución. Los intentos de apaciguamiento fueron vanos, no era la primera vez que los vecinos oían que se estaban tomando soluciones, y las protestas siguieron.
Alrededor de la una de la madrugada, desde las fuerzas del orden se aviso nuevamente que se disolviera la manifestación, al no hacer caso coches con mangueras lanzando agua, hicieron que los manifestantes se fueran a las calles interiores, la actual calle Obieta y Jado, dejando libre la carretera de ría. Las fuerzas del orden siguieron por las calles. Desde los balcones hubo algún vecino que les arrojaba diversos objetos mientras los manifestantes se dispersaban poco a poco.
La Comisión de Vecinos de Erandio comunicó ese día que la manifestación se había producido por el silencio de las empresas ante la contaminación y por el malestar de los vecinos ante la situación cotidiana y al ver que las peticiones de los vecinos no habían sido atendidas.

Durante esos tiempos fueron constantes las huelgas, protestas y manifestaciones, que solían consistir, como hemos visto en cortar la carretera de la ría, o también el paso de las vías del tren que había en Erandio, en el que también solían ponerse barricadas, y solían ser levantadas por muchos vecinos que salían del tren y las tenían que levantar, muchas veces, a golpes de porrazo.

Pero la protesta más recordada fue la huelga que tuvo lugar el 29 de octubre, que tendrá como consecuencia diversos heridos y dos fallecidos, Josu Murueta y Antón Fernández.