21 de octubre de 2014

La botadura del Tío Pepe y la llegada de la burguesía jerezana a Erandio, todo un acontecimiento.

Vecinos alrededor del astillero
Han sido muchas las botaduras de barcos llevadas a cabo en Erandio, pero pocas tuvieron tanta repercusión como la del Tio Pepe. El 23 de junio de 1946 saltaba la noticia en numerosos diarios de carácter nacional, un día antes se había producido la botadura del Tio Pepe, en los Astilleros Ruiz de Velasco. Este hecho que fue recogido en diferentes periódicos, fue todo un acontecimiento en Erandio, que por aquel entonces estaba anexionado a Bilbao desde hacía seis años. Numerosos vecinos de lugar acudieron a ver el espectáculo de la botadura de un barco, hecho que solía ser habitual en estos años en la ría del Nervión, y por ende en Erandio.

El buque era un motovelero de 635 toneladas de peso, el primero de este tipo que se construía en los Astilleros Ruiz de Velasco, fundado por Tomás Ruiz de Velasco, en 1941. La construcción de la nave se producía a petición de la firma jerezana, que iba a estar representada en el acto por varios miembros de la misma.

Jose Bustinza bendiciendo el barco, junto a Jose Luis Ribera,
Luisa González Díez y Tomas Ruiz de Velasco
De este modo asistieron las grandes familias del pueblo gaditano, como por ejemplo Manuel María González Gordon, ingeniero industrial que ostentaría el título de Marqués de Bonanza, con su esposa Emilia Diez Gutierrez, que era la hija de Maria Antonia Gutierrez y O'Neal de descendencia aristócrata también, con sus hijas Maria Dacia y Luisa, que sería la madrina de la botadura. 
Manuel María era uno de los tipos más influyentes en la provincia de Cádiz, ejerció el cargo de Presidente de la Compañía González Pyass, propietaria de las bodegas jerezanas. Era conocido por algunos como "Papa Sherry", y sería galardonado con la Gran Cruz de la Beneficiencia, Caballero del Imperio Inglés o Hijo Predilecto de Jerez de la Frontera. También el propio hermano de Manuel María, Fernando González Gordon, también asistió a Erandio para ver la botadura.

El Tío Pepe en Santander

Además de ellos asistieron al evento el sobrino de la propia Maria Antonia, el también jerezano Pedro González Diez, que sería años más tarde el tercer Marqués de Torresoto de Briviesca, junto a su esposa María del Rosario López de Carrizosa e Ibarra. 
Celebración después de la botadura
También se pudo ver que vinieron de Jerez personalidades como Guillermo González Gilbert, Antonio Cortázar, Francisco Cañete y Luis Pérez Solero y de Acevedo, que fue uno de los pioneros de la publicidad y de las relaciones públicas en España, y el que se encargaba de la publicidad en la bodega, de él es el logo de Tio Pepe.

El acontecimiento era bastante importante como para que no se lo perdieran ciertas personalidades de la zona. En este sentido, de Bilbao y alrededores también acudirían numerosas personalidades a tal celebración. Así, en las fotos y en las crónicas de la época aparecen entre los asistentes el comandante de marina, José Luis Rebera, que presidió el acto, o Angeles de la Fuente de Riestra, esposa del Gobernador Civil, junto a su padre Juan Zavala. También asistirían varios representantes de las navieras bilbaínas de la época, el director de la Junta de Obras del Puerto, el teniente coronel de Ingenieros de la Armada, el señor Pombo Angulo, así como los señores Ruiz de Velasco y diversas familias influyentes como los Larrea, Pérez Fuentes, Escudero, Elexpuru, Marin, Langa... con sus esposas.

Manuel María González Gordon, poniendo el
"Tio Pepe de Oro" a Tomas Ruiz de Velasco
Antes de botar el barco, se llevo a cabo un pequeño acto religioso, en donde el párroco de la Iglesia de San Agustín, de Altzaga, José Bustinza bendijo a la motonave. Por otra parte, a Luisa González Diez, de la que los medios de la época hablan de lo guapa y elegante que iba con la Medalla de la Cofradía de Dios de Begoña, le tocó romper la botella sobre el casco del barco.
El Tío Pepe, estaba decorado con banderitas y gallardetes con las banderas de España, y así sobre las 17:30 tocaba el agua del Nervión. A los obreros que trabajaron ese día se les concedió un plus en el salario.

El acto a pesar de las personalidades que se dieron cita en los Astilleros, no llegaron a pisar el casco urbano de Altzaga, si acaso numerosos vecinos fueron los que se acercaron a los margenes del Astillero para ver el acontecimiento. El banquete se celebró en las propias instalaciones donde fluyó grandes dosis de vino jerezano, mientras el publicista Pérez Solero leía un discurso con alusiones a la patria, al gran vino de Jerez, a la colaboración entre empresas nacionales, y al evento que significaba "un abrazo entre Jerez y Bilbao". 

Años más tarde, ya en la década de los 50, y lejos del glamour de la alta sociedad que se había desprendido en la botadura del barco, el Tío Pepe lo adquirirá la Naviera la Palmera, que será renombrada Buquera Palmera, de Canarias, cuyo gerente era Filiberto Lorenzo. Años más tarde el barco acabaría llamándose Mabel de Portillo, pasando a ser de la empresa Agencia Marítima Portillo.

Mabel de Portillo (www.amportillo.com)

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